En 2050, la población mundial podría superar los 9.000 millones de personas. Por tanto, es inevitable preguntarse cómo va a ser posible alimentar a una población tan numerosa, garantizando al mismo tiempo cantidad, calidad y disponibilidad de los alimentos. Se trata de un reto al que, según Gian Luca Rana, la industria alimentaria sólo podrá responder si sitúa en el centro de su futuro dos pilares fundamentales: la accesibilidad y la sostenibilidad.

Este fue uno de los temas, ligados a la innovación tecnológica, que se abordaron durante la primera edición del Festival del Futuro, un evento muy esperado por el CEO de Pastificio Rana, celebrado en Verona en noviembre de 2019.

“La contribución de la tecnología y la investigación es esencial para garantizar a la población mundial el acceso a los alimentos” – explica Gian Luca Rana – “de hecho, la nutrición debe concebirse como un ecosistema de innovación y calidad, que puede mejorar la vida de todos nosotros».

Los retos que plantean las tendencias de crecimiento que se observan son numerosos, complejos y de naturaleza muy diversa: desde el suministro de materias primas hasta la industrialización de los procesos de producción, garantizando siempre la seguridad alimentaria.

En el futuro, la necesidad de una nutrición adecuada y sostenible llegará a afectar y, probablemente a revolucionar, a gran parte de la industria alimentaria. Una industria que, para seguir creciendo, tendrá que encontrar el valor de reinventarse, cambiando las dinámicas que la han caracterizado durante muchas décadas.

«En comparación con el pasado, existe una mayor conciencia de que se puede alcanzar un alto nivel de bienestar a través de una dieta equilibrada” – continúa Gian Luca Rana. “Hoy en día existe una nueva generación de consumidores mucho más informados, que eligen las respuestas a sus necesidades de forma independiente”.

“Por tanto, el sector alimentario debe acercarse al consumidor desde una perspectiva de servicio, respondiendo a los cambios en los estilos de vida, aportando soluciones que vayan más allá del producto, y garantizando la información adecuada para que los consumidores puedan elegir con conocimiento de causa».

Al enmarcar el reto relacionado con la alimentación del futuro, Gian Luca Rana también se centró en los platos preparados que, en los próximos años, deberán combinar cada vez más factores: sabor, accesibilidad, comodidad y un correcto aporte nutricional.

El verdadero reto es, precisamente, conseguir que las materias primas puedan transformarse manteniendo sus principios nutricionales y sus características organolépticas, garantizando siempre la seguridad alimentaria.

Será necesaria una verdadera revolución técnica y cultural, que todo el sector deberá emprender con valentía, para aprovechar una oportunidad concreta que se presenta: repensar toda la cadena de producción y transformación de alimentos, con vistas a la sostenibilidad.